Toda una vida en la excelencia de distintas formas. También trabajando de peón "sui géneris". Nunca dejó de ser un artista. Y estoico por etapas cubiertas todas con especial sabiduría y siempre con entraña. Para ininterrumpida humanidad de crecimiento.

El ir descubriendo el truco fue motivo suficiente para compensar con lúcida interpretación esfuerzos del pasaje. Saber con meridiana claridad por donde caen los reclamos absurdos, por dónde los compañeros de humanidad. Cuáles son de forma apreciable -aún en distintas vicisitudes- los semejantes.

Todas las etapas abren caminos nuevos, y la digital -nueva- ofrece alternativas que también pueden aportar plenitud, emociones diferentes y dar intensidad a los momentos para nada menores, ni a los que haya que poner el freno ni el final. La digital fantásticamente bien tomada puede acompañarte en progresivo y satisfactorio crecimiento hasta el último instante. Y el paladeo virtual no exije renuncia alguna del que llamamos real (del que en rigor forma parte)

Admirable Plázido, de muchos que le conocemos, sin concesiones nunca a la trivialidad rampante